... Cuentan que el Cacique Chiiac, de los Tayronas, vecino de los Machúes, ofrecía un sacrificio cuando de repente apareció una nube que esparcía rayos de mil colores, entre más se acercaba, era más fácil distinguir que en su seno iba una hermosa mujer. Chiiac y su tribu cayeron de rodillas, lanzando gritos de alegría. La dicha aumentó cuando la deslumbrante dama le entregó a Chiiac y a su tribu un hermoso pájaro dorado.
Los Tayronas dedicaron por años toda su atención y esmero a la crianza de esta hermosa criatura y admiraban por sobre todas las cosas la libertad y la fluidez de su movimiento.
Un día cuando menos lo esperaban se aproximó nuevamente la nube de colores de la que había descendido. Ésta lo tomó entre sus brazos convirtiéndolo en una enorme escultura plateada que se alza mirando hacia el firmamento.
Las instrucciones fueron precisas. Algún día Chiiac y su tribu volverían a ver el pájaro emprender vuelo y conquistar de nuevo los cielos...”
Hoy se ha visto a este pájaro surcar con imponencia los cielos y ha sido llamado Tayrona MXP 1000.
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